
La semana pasada me compré otros unos zapatos masculinos planos, que me encantan porque me parecen comodísimos. Esta vez, para variar un poco no elegí los típicos Oxford con cordones, sino que opté por unos totalmente cerrados y con una hebilla por delante. Como ya tenía otros masculinos con cordones en marrón, estos me los cogí en negro, y son brillantes, como de charol.
Me gustaron en cuanto los vi, así que no me lo pensé demasiado y los compré (los autorregalos de Navidad valen como excusa, ¿no?). El problema es que soy bastante básica a la hora de vestir y siempre termino cayendo en las mismas combinaciones de ropa, esas que funcionan sin apenas esfuerzo. Por eso, ayer por la tarde aparqué durante un rato mis obligaciones estudiantiles y me puse a buscar inspiración para mis zapatos nuevos. Este fue el resultado...