lunes, 23 de febrero de 2015

De Birdman, redes sociales y otros dramas del siglo XXI

Birdman - Oscar 2015
El elenco de Birdman, ayer en la Gala de los Oscar 2015

- And did you get what you wanted from this life, even so?
- I did.
- And what did you want?
- To call myself beloved, to feel myself beloved on the earth.


- ¿Y conseguiste lo que querías de esta vida?
- Sí.
- ¿Y qué querías?
- Considerarme querido, sentirme querido sobre la tierra.

Raymond Carver.

To call myself beloved, to feel myself beloved on the earth.

La cita de Raymond Carver con la que empieza Birdman, filme que anoche se alzó con el Oscar a la Mejor Película, da buena muestra de lo que en él nos vamos a encontrar, esto es, una acertada reflexión sobre algo que todos, como seres humanos, anhelamos: ser queridos, admirados y respetados por nuestros iguales mientras estamos vivos.

Yo vi la peli hace algo más de un mes y la verdad es que me gustó. Me gustó porque te hace reflexionar. Reflexionar sobre algo tan actual, a la par que atemporal, como es la fama y el reconocimiento. Solo que en Birdman no se habla de la fama y el reconocimiento así en abstracto. Se habla de la fama y el reconocimiento en el siglo XXI, en la época de las redes sociales, en un tiempo en el que, como Emma Stone bien le aclara a su padre en la ficción (Michael Keaton), si no eres viral no eres nadie.



Emma Stone, Naomi Watts y Alejandro González Iñárritu
Emma Stone con Naomi Watts y Alejandro González Iñárritu en la gala de los Oscar 2015 (foto vía SModa)

Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia) cuenta la historia de Riggan Thomson (Michael Keaton), un actor que, tras hacerse famoso por interpretar al superhéroe Birdman, ha venido a menos y, en pleno 2014 (o 2013, no tengo ni idea del año exacto), trata de reinventarse y de darle un nuevo rumbo a su vida produciendo una obra teatral en Broadway.

Pero este no es más que el telón de fondo del que Alejandro González Iñárritu, el director, se sirve para abordar una historia sobre la fama, el cariño, la familia, las decisiones vitales y el papel que los medios sociales juegan en todo esto. En una de las mejores escenas de la película (sin contar aquellas que protagonizan Emma Stone y Edward Norton, que están a otro nivel), Sam (Emma Stone) le echa en cara a su padre que se queje de que no se le tiene en cuenta cuando ni siquiera está en Twitter.

Lamentablemente, en 2015 medimos la popularidad, lo queridos que nos sentimos sobre la tierra, por los me gustas que obtienen nuestras publicaciones en Instagram o Facebook. ¿Y acaso eso lo demuestra de verdad? Justamente ayer estaba de excursión en un parque cuando después de comer se acercaron tres adolescentes (no tendrían más de 13 o 14 años) con el objetivo de hacerse todos los selfies posibles. En todas las posturas y con todas las caras imaginables. Supongo que todo eso lo volcarían luego en Instagram acompañado de todos los hashtags del mundo, para conseguir todos los me gusta posibles y sentirse muy queridas sobre la tierra. Si se lo tomaran como un juego no pasaría nada. Lo malo es que yo ya he leído por ahí que, si no consiguen los likes que esperan, eliminan la foto, prueban con otra y, si siguen igual, se deprimen. ¿En serio? ¿Así estamos educando al personal? ¿Hasta dónde va a llegar esto?

Bueno, pues más o menos eso es lo que le pasa al protagonista de Birdman y lo que critica Iñárritu. O lo que a mí me transmitió, al menos. Y solo por eso, por esa reflexión que te lleva a hacer, ya merece la pena ver la película.

(Como he dicho ya, Emma Stone y Edward Norton son otras dos poderosas razones para acercarse al cine).

¿La habéis visto? ¿Os gustó? ¿Qué pensáis de todo esto?

7 comentarios :

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Pues si Marta, eso es lo que queremos todos, sentirnos queridos, pero no se si es la edad, pero yo quiero querer y que me quieran en carne y hueso, con momentos vividos, no con unos cuantos me gustas, en mi caso en FB no tengo mas red social que esa ( que para mi suficiente) y en referencia a la película, no la he visto (pero con las personas que he hablado, me han dicho que rara, si que rara, que no les había hecho), tendré que verla después de tu exposición y opinar por mi misma.

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    1. Es rara porque es diferente, pero merece la pena! Sobre todo por lo que da para reflexionar.
      Un beso, Elena!

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  3. Reconozco que quería ir al cine para verla pero vi el trailer antes de comprar las entradas, no me convenció y cambié de película. Creo que después de tu post de hoy, no voy a tardar mucho en verla. Gracias bonita!

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    1. Con lo que tú reflexionas sobre estas cosas te gustará, aunque desde luego la peli es raruna, eso no lo vamos a negar. ;)

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  4. A mi también me parece rara pero a la vez original y llevadera. La voz del subconsciente a todos alguna vez nos pasa y yo me he sentido un poco identificado, aunque me controlo bastante más que el jaja. Totalmente de acuerdo con tu reflexión sobre la popularidad hoy en día, que es de lo que más me ha dado que pensar la película. De lo de las fotos que comentas pienso en dónde queda eso de tener unas fotos con tus amigos, colgarlas en el corcho y que sólo te importase que te gustasen a ti.
    Es la primera vez que escribo pero te sigo de hace tiempo. Te lo curras mucho! Enhorabuena por el blog! Ya me animaré a escribir más jaja

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    1. Muchas gracias, Antonio! Tu comentario es ilusión doble primero por haberte animado y segundo porque casi nunca comentan los chicos! ;)
      Y sí, yo también me sentí identificada con lo de la voz del subconsciente jaja.
      Un saludo!

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