jueves, 22 de octubre de 2015

De placeres culpables y confesiones literarias


Foto: Renée Rodenkirchen para The Coveteur

Aquí estamos entre amigos (o al menos así lo siento yo), así que hoy me ha apetecido compartir con vosotros alguna que otra confesión relacionada con los libros... y mi mayor placer culpable en lo que a literatura se refiere.




Yo confieso... que mi mayor placer culpable, en lo que a libros se refiere, es francés, escribe novelitas fáciles, a medio camino entre lo romántico, lo fantástico y lo cotidiano, y se llama Marc Lévy. Adoro (sí, del verbo adorar) todas su novelas. Las he leído prácticamente todas, y cual más, cual menos, todas me han gustado. Tiene una forma de escribir que engancha, porque leerle no supone ningún esfuerzo intelectual, sino todo lo contrario, y a veces, solo a veces, es lo que una necesita cuando ha tenido un día duro y solo quiere desconectar. Para mí, Marc Lévy es a la literatura lo que una buena comedia romántica (de las de siempre, tipo Cómo perder a un chico en diez días) es al cine. Entretenimiento, final feliz, ligereza, sonrisa en la boca. De todas las obras suyas que he leído, mi favorita es Las cosas que no nos dijimos. También me gustaron mucho El primer día, El pequeño ladrón de sombras y La química secreta de los encuentros. Leed algo suyo y luego me contáis.

Yo confieso... que lloro siempre que termino una novela. Empecé esta ¿tradición? de adolescente, cuando derramé verdaderos lagrimones al terminar El príncipe de la niebla, de Ruiz Zafón (¿o la primera vez fue con Harry Potter y el cáliz de fuego? Con la muerte de Cedric Diggory lloré como nunca hasta la fecha), y desde entonces ha sido un no parar. Creo que puedo contar con los dedos de las dos manos los libros con los que no he llorado. Además, en modo masoca total, suelo releer los pasajes que más me emocionan para que vuelvan a brotar las lágrimas y así recrearme un ratito más. (Decidme que no soy la única chiflada, por favor).

Yo confieso... que soy incapaz de comenzar un libro hasta 24 horas después de haber terminado el anterior. Bueno, a lo mejor no hacen falta 24 horas exactas, pero desde luego sí necesito irme a dormir y, al día siguiente, es cuando ya puedo pensar qué leer y ponerme a ello. Es como si necesitara guardarles el luto a los personajes de una novela antes de empezar a familiarizarme con los de otra. Lo malo es que esto me pasa hasta con los libros tostón que me hacen leer en la carrera, y el año pasado no me dio tiempo de terminar uno antes del examen por no querer empezarlo un día antes... (y sí, en el examen cayó una pregunta sobre el final que por supuesto no supe responder ¬¬).


Y vosotras, ¿alguna confesión literaria que hacer? ¿Tenéis algún placer culpable escondido? ¿Algún autor que os dé algo de vergüenza decir que os gusta? Me lo podéis contar, ¡seguro que me acaba gustando a mí también! :)

9 comentarios :

  1. A mí también me encantó "Las cosas que no nos dijimos de Marc Levy" y estoy totalmente de acuerdo en lo que dices de que no serán los libros más "intelectuales" del mundo pero para desconectar y pasar un buen rato son los mejores. Ahora estoy enganchada a los libros de Camille Läckberg! Feliz día!

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  2. nunca he leído a Marc Levy (aunque me da que me gustaría) pero reconozco esta misma debilidad por las lecturas facilitas, romanticonas y cotidianas, en las que te aseguras un buen sabor de boca porque la historia siempre acaba bien. estas son mi vía de desconexión más rápida y me he leído un montón así. se podría decir que son un guilty pleasure? ;) besos bonita ***

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  3. Yo tengo una manía muy absurda, casi una superstición. Me da vergüenza contarlo porque va a sonar a que estoy chiflada, y a lo mejor lo estoy.
    Allá voy...los sábados no leo.
    Cuando el viernes antes de acostarme cierro el libro que estoy leyendo, sé que hasta el domingo no lo volveré a abrir.
    Hace tantos años de esta manía, que ya no recuerdo ni de dónde me viene.

    Yo tampoco puedo terminar un libro y empezar otro el mismo día.
    No necesito 24 horas, simplemente, que sea el día siguiente.

    ¿Algo que me de vergüencilla?
    Me gustaron mucho los libros de 50 sombras de Grey. Mucho, mucho.
    El sábado recojo Grey en la biblio.

    Apunto los libros de Levy porque no he leído ninguno.

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    1. Gracias por contarlo, Sole!

      No estás chiflada, son costumbres que uno adopta y que luego ya no se puede quitar de encima. Es como lo de no empezar un libro hasta el día siguiente para "no traicionar" a los personajes del anterior (te paras a pensarlo y es una tontería, pero oye, yo no sabría hacerlo de otra manera).

      De Grey no he leído ninguno... Si te decides y lees algo de Marc Lévy ya me contarás. :)

      Un abrazo!

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  4. Los últimos libros que he leído son de este estilo. Me apetecía leer algo facilitó en verano, que me hiciera reír, sin dramas y con final feliz. Caí con 'no culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas' y 'Gente que viene y bah', los dos de Laura Norton. Y me gustó mucho más el primero que el segundo. Voy a leerme algo de Mar Lévy que fijo que me engacho. ¿Cuál me recomiendas que lea primero?

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    1. Las cosas que no nos dijimos! Si te va lo romántico, claro. Si no, El pequeño ladrón de sombras es una monada, y Mis amigos, mis amores es muy agradable de leer.

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  5. Pues no he leído nada de este autor y tendré en cuenta esta novela que mencionas en particular! Yo no paso un día sin leer, aunque sea solo una simple página.
    Leer te permite viajar, evadirte y dejarte llevar por historias que te atrapan.
    Yo soy muy de novela negra, la verdad, aún así te recomiendo en plan romántico e intriga "Violetas de Marzo" es más que especial... Bs

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