Vestuario de cine: Una cuestión de tiempo

Una cuestión de tiempo, dirigida por Richard Curtis, es una de las películas más entrañables, a la par que divertidas, que he visto en mucho tiempo. Cuenta la historia de Tim Lake, un joven de 21 años que descubre que, como todos los hombres de su familia, puede viajar en el tiempo. Cuando su padre le pregunta para qué usará este don, él lo tiene claro: para conseguir una novia.

Arranca así un largometraje -largo de verdad- del que sales con una sonrisa en la cara y una sensación de buenrollismo muy necesaria en estos tiempos. A ello contribuyen, sin duda, la banda sonora, la fotografía -los Lake viven en la costa de Cornualles- y el vestuario, del que hablaremos hoy.

Tanto la estética como la ropa de los personajes están muy cuidadas y llenas de detalles. Obviamente, la que más vestuario luce es Mary (Rachel McAdams), la joven de la que se enamora Tim. Con ella, la diseñadora de vestuario, Verity Hawkes, estableció una colaboración. Buscaron prendas reales con un toque original y excéntrico, propio del personaje. Según nos cuentan, Mary adora a Kate Moss, la tiene como referencia de estilo. Al principio de la película la vemos con conjuntos de aire naïf y vintage -luego nos enteramos de que vive encima de una tienda de ropa vintage-, algo que va evolucionando conforme se hace mayor.

Por su parte, el vestuario de Tim (Domhnall Gleeson) también cambia a medida que crece. De camisas de cuadros, bermudas y vaqueros pasa a llevar traje, como buen abogado y padre de familia que es. Junto con Mary, forman una pareja de lo que algunos están dando en llamar yupsters.

Personalmente, me encantó el personaje de Kit Kat (Lydia Wilson), la hermana de Tim. Su excentricidad se lleva al extremo gracias al vestuario, ya que en todas sus apariciones a lo largo del filme siempre lleva algo de color morado. Por cierto, enamorada me quedé de la corona de flores que lleva en la fiesta de Nochevieja al comienzo.

Y luego está Bill Nighy, que es genial, como todos los actores británicos de su generación.

En resumen, os recomiendo que veáis Una cuestión de tiempo porque salir contento del cine una vez al año no hace nada de daño.

¿La habéis visto? ¿Os ha gustado?

Fotos: Universal Pictures