jueves, 3 de septiembre de 2015

Y mañana ya veremos



Hace unas cuantas semanas, leyendo una revista, di con una entrevista a la actriz Ana Fernández, que justo estaba promocionando su última película. Es una chica que nunca me había llamado especialmente la atención, pero desde que le ocurrió esa tragedia hace unos meses (perdió a su novio en un accidente) ha madurado tan brutalmente (como para no hacerlo, qué horror) que se ha convertido en alguien a quien merece la pena escuchar. Por eso leí con detenimiento la entrevista. Y por eso hoy puedo compartir con vosotros un par de párrafos que me pusieron los pelos de punta y que corrí a apuntar en mi libreta para no olvidar nunca.



Foto: Terminar

[...] Que no sabemos nada, que estamos totalmente perdidos, que en nuestro puro egoísmo como individuos nos planteamos futuros, elecciones, preocupaciones y decisiones que dan exactamente lo mismo. Desde que amanece un día más y sale el sol, ya hay que estar dando gracias porque lo que es seguro es que un día no va a salir. El tiempo que estemos aquí, que no sabemos cuánto es, hay que vivirlo siendo plenamente conscientes. Tendemos a vivir en piloto automático y eso nos convierte un poco en robots. Yo he aprendido a disfrutar mientras conduzco, me doy una ducha o preparo algo en la cocina. Y he aprendido también a hacer lo que me nace de dentro, a no perderme nada por miedo a las críticas, a lo que vayan a decir los demás, a lo que sea correcto o incorrecto.

[...] Y lo que no voy a hacer es venir aquí con desdén o mala cara porque no vamos a volver a estar un día como hoy, tú y yo y todo este equipo en un lugar como este, disfrutando de esta experiencia. Los momentos no se repiten: o los vives o te los pierdes, así que vamos a disfrutarlos, a pasarlo bien. Y mañana ya veremos.

Ana Fernández 
(extracto de una entrevista que concedió a la revista Mujer Hoy el pasado mes de julio)

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Afortunadamente, yo no he pasado por algo tan horrible como ella, pero sí he perdido a gente conocida que aún no había vivido lo suficiente, que se merecía muchos años más de disfrutar. Es una pena que tengan que ocurrirnos cosas malas para darnos cuenta de que en esta vida estamos dos telediarios y medio, pero cuanto antes nos enteremos, mejor que mejor. Porque, como dice Ana, los momentos no se repiten: o los vives o te los pierdes. Y cuanto más los vivas y más los disfrutes, más los recordarás cuando hayan pasado. Así que vamos a disfrutarlos, a pasarlo bien.

Y mañana ya veremos.

3 comentarios :

  1. Así es, lástima que se nos olvide a menudo.

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  2. Mi padre murió cuando solo tenia 33 años, desde de niña mi madre me lo recuerda en el buen sentido de la palabra para que recuerde que la vida son dos días y que tu no decides cuando te irás... me ha enseñado a vivir en la niñez, en la adolescencia y en la madurez y cuando me ve estresada o agobiada se encarga de recordármelo... hace unos años un pequeño golpe me lo recordó de nuevo y gracias a ello nació Renata Enamorada, ahora trabajo más y gano mucho menos pero te aseguro que soy mucho más feliz y hago pocos por no decir poquísimos planes de futuro... es necesario tenerlo presente y que nos lo recuerden aunque a veces tenga que ser a mini golpes... me ha encantado tu post, gracias de nuevo por volver a recordármelo... ¡Un abrazo!

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    Respuestas
    1. Gracias a ti por compartir así tu experiencia. ¡Un abrazo fuerte! :)

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